“Qué es el acto de instituir un Estado. Dícese que un Estado ha sido instituido cuando una multitud de hombres convienen y pactan, cada uno con cada uno, que a un cierto hombre o asamblea de hombres se le otorgará, por mayoría, el derecho de representar a la persona de todos (es decir, de ser su representante). Cada uno de ellos, tanto los que han votado en pro como los que han votado en contra, debe autorizar todas las acciones y juicios de ese hombre o asamblea de hombres, lo mismo que si fueran suyos propios, al objeto de vivir apaciblemente entre sí y ser protegidos contra otros hombres. Las consecuencias de esa institución. De esta institución de un Estado derivan todos los derechos y facultades de aquel o de aquellos a quienes se confiere el poder soberano por el consentimiento del pueblo reunido”.
En este fragmento Hobbes asienta las que serán las bases del Estado Moderno, a saber:
1. La soberanía radica en el conjunto de los ciudadanos, constituido como pueblo reunido, quienes consienten en dotar de facultades y derechos a un organismo representante para el ejercicio del gobierno.
2. El carácter pactista de esta cesión, pues se trata de un pacto entre iguales que acuerdan ceder parte de sus derechos para conseguir un beneficio mayor, la convivencia pacífica y la protección.
3. Además, cada ciudadano es igual al otro y la decisión final se toma por mayoría.
Todo ello supone un cambio de era, de paradigma. Se acabaron teóricamente las legitimaciones dinásticas o las de origen divino, poniendo así punto final a la Edad Media.
Queda, sin embargo, por dilucidar el ámbito y alcance de la comunidad política (quiénes son los ciudadanos que ceden su soberanía), la configuración de la institución del poder soberano (un representante, un conjunto de ellos), la revocabilidad del pacto en caso de incumplimiento del fin que se pretende.... Aspectos todos que irán desvelándose en el desarrollo histórico de la nueva institución.