dilluns, 11 de gener del 2021

A propósito de Schopenhauer


Arthur Schopenhauer

Kant había establecido la imposibilidad de conocer el mundo exterior al individuo, la "realidad". Nuestra percepción de aquello que esto sea está mediatizada por los sentidos o por la mente del observador-pensador. Una visión compartida por los científicos que a primeros del siglo XX se dedicaron al estudio de las partículas atómicas, desarrollaron la mecánica cuántica y formularon el principio de incertidumbre.

Schopenhauer parte del mismo principio que Kant, pero a diferencia de este considera que sí existe algo sobre lo que podemos obtener conocimiento y es el propio sujeto, el conocimiento interior, y a ello dedica su filosofía. 

Considera que somos un agregado circunstancial de partículas que acabarán por disgregarse y retornar a su estado primigenio, la nada infinita. El recurso a un pensamiento trascendente es un consuelo falaz e interesado de las religiones para enfrentarse a la angustia vital que produce la certeza de la muerte. 

La vida es un destello fugaz entre la nada anterior y la posterior. Empezamos a morir desde el momento que nacemos, aunque la apreciación sea diferente en función del momento en que nos encontremos: la feliz ignorancia infantil, el ajetreo juvenil, la laboriosidad adulta o la amenaza cierta del final en la senectud. 

Derivado de ello, la vida aparece como un continuo padecer,  La felicidad queda conceptuada como una ausencia de sufrimiento. Por tanto, hemos de evitar aquello que nos causa sufrimiento, fundamentalmente, el deseo. Este es, por definición, insaciable. Una vez satisfecho, incurre en el tedio y en la necesidad de formular un nuevo deseo. La superación de este estado de cosas pasa por abstenerse del deseo, por el desapego material y emocional. Como consecuencia de ello, las relaciones sociales se limitan a lo estrictamente imprescindible, sin crear lazos de afecto que acabarán convirtiéndose en fuente de sufrimiento. Solo cabe desarrollar una vida interior propia, autosuficiente, que permita transitar el momento vital sin grandes estropicios.

El pensamiento de Schopenhauer tiene precedentes en algunos filósofos griegos, como Epicuro, y en otras tradiciones filosóficas, como el budismo.