El primer día de este mes de octubre, Luis García Montero estuvo en Alicante, en la sede de CCOO, para hablarnos de su última obra, "Alguien dice tu nombre". En el acto, Consuelo Navarro, secretaria general del sindicato en la ciudad, con motivo de la presentación del autor y de su libro, citó unas palabras del poeta que me conmovieron profundamente. Es, ni más ni menos, que aquello que tantas veces buscamos en la literatura, un simple y sencillo reconocernos en ella, se trata de poner negro sobre blanco, por mano de otro más dotado, lo que nos gustaría decir y no supimos. Aquí quedan las palabras hermosas y a nosotros, entonces, no nos queda sino callar y escuchar.
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Regalar un libro es un acto de complicidad, un modo de decirle a una persona que la has reconocido y que te sientes parte de ella. Por un momento se dibuja de forma nítida la palabra nosotros. La intimidad compartida tiene que ver con palabras bien elegidas, historias puestas en común y recuerdos que nos hacen coincidir en una experiencia del tiempo. Igual que las viejas amistades, los libros hermanan pasados, ideas, intuiciones, excesos, afanes, miedos, pérdidas, leyendas y detalles de nuestra convivencia. Regalar un libro es una confesión, una pregunta, una forma de decirle a alguien “tenemos que hablar”.
Luis García Montero