dilluns, 28 de novembre del 2011

¿Un método? ¿Peligroso?

Ciertamente se trata de un método peligroso, ése de hacer una película con tan poco que contar. Si lo que Cronenberg pretendía era relatar el proceso -por otra parte, archisabido- de desentendimiento entre Jung y Freud, tendría que haber adoptado un tono aún más discursivo, ahondar en el detalle de las teorías que uno y otro sostuvieron. Si, por el contrario, su intención era la de ligar un relato a tres bandas, con la inclusión de la figura femenina de Sabina Spielrein en pie de igualdad con la de los otros dos contendientes, y con el  objetivo de destacar el papel que, a lo que parece, realmente jugó en la deriva téorica y personal de los pergeñadores del psicoanálisis, bueno, entonces debería haber descargado el relato del tono académico y haberse decantado por una trama más sugestiva y sin la ñoñez que desprenden algunas escenas. No se concibe un episodio de masoquismo tan recatado, pese a los pezones y corsés de la Knightley.