dissabte, 29 d’octubre del 2011

La jubilación del maestro. Análisis de la secuencia.



En esta secuencia asistimos al reconocimiento que toda la comunidad le hace a Don Gregorio, el maestro, en el momento de su jubilación. En la mesa de autoridades se encuentran el alcalde, el cura, el comandante –o capitán- de la guardia civil, el propio homenajeado y otras autoridades. Entre el público, Moncho y su familia, y el cacique del lugar. Después del discurso del alcalde, le toca al maestro hacer el suyo, en el que hace un alegato a favor de la educación en libertad para rescatar a España, de una vez por todas, del oscurantismo y del fanatismo que la tienen sometida. El cacique, en ese momento, sale airado de la sala, agarrando fuertemente a su hijo.

La planificación está muy cuidada, en todos sus aspectos. Veámoslo:

La fotografía en esta secuencia, como en casi toda la película, tiene una impronta naturalista, aprovechando la luz natural o recreándola. Aquí nos encontramos en el interior de la escuela, con la única iluminación de la luz natural que entra por las cristaleras. En este sentido, la cámara se halla situada en una posición tal que tanto el alcalde como el maestro, en el momento de sus respectivos discursos, reciben una intensa luz procedente de los amplios ventanales. Casi parecen envueltos en un aura mística. Por su parte, Moncho y su familia se encuentran cerca de la puerta, en una zona de luminosidad intermedia. El cacique, por el contrario, está en el fondo de la sala, en la zona más oscura.

La figura del maestro aparece nítida y aislada, sin otro elemento que despiste nuestra atención. La actuación de Fernando Fernán Gómez hace aún más intensa esta sensación. La madre, aparece en primer plano, con el padre por detrás, ligeramente desenfocado y en escorzo. En un momento determinado, cuando el cacique se levanta para marcharse “¡Nos vamos!”, se invierte el ángulo de enfoque y es el padre el que aparece en el primer plano más cercano y la madre por detrás. El cacique aparece rodeado de siluetas desenfocadas.

En cuanto al montaje, se suceden los planos generales de la mesa de autoridades, los primeros planos del maestro en los momentos cruciales del discurso, los primeros planos de Moncho siguiendo los acontecimientos, los primeros planos largos de sus padres, el plano medio del cacique y los planos generales del auditorio en el momento en el que el cacique se levanta para abandonar la sala.

La transición entre unos planos y otros es meramente funcional, no hay subrayados especiales. Se limita a dar entrada a los distintos personajes como agentes de la acción (maestro, alcalde y cacique) o expresando su reacción (Moncho, sus padres, el cura y el comandante -o sargento- de la guardia civil).

Los movimientos de la cámara son apenas perceptibles. Un ligero movimiento ascendente en el momento en el que el maestro se levanta para recibir el agradecimiento del alcalde y ocupar su lugar en tribuna. También una suave panorámica de seguimiento del cacique mientras se dirige hacia la salida. Quitando estos movimientos, el resto de la secuencia en planos fijos.

La duración de los mismos varía significativamente. Los discursos se prolongan, sobre todo el del maestro, que se puntúa con insertos de primeros planos de Moncho y del cacique. La acción se acelera en el momento que este último se levanta para marcharse. Entonces se suceden planos generales del fondo de la sala e insertos de primeros planos de Moncho y del maestro. Después, vuelve a recuperarse el ritmo pausado del principio, ahora ya por poco tiempo.

La banda sonora de la secuencia tiene un carácter naturalista, en consonancia con el sentir generalde la película. Se concentra principalmente en el discurso de los personajes y en los ruidos de la escena, los aplausos, el portazo del cacique al salir, la algarabía de los muchachos al finalizar el acto…

La puesta en escena tiene algunos aspectos reseñables. En primer lugar, la mesa de autoridades, que se halla situada delante de la pizarra, llena de murales científicos y con un rótulo de agradecimiento al maestro, y a la que se sientan, entre otros, el cura y el comandante –o teniente- de la guardia civil. En un momento determinado, se miran en silencio, preguntándose mudos sobre el sentido de las palabras que el alcalde acaba de pronunciar. Por su parte, al fondo de la sala, el cacique, con el gesto serio y la cabeza ladeada. Se halla situado en el rincón más alejado de la puerta, lo que retarda su salida y prolonga así el efecto dramático de la misma.

PG de la mesa de autoridades. Discurso del alcalde.
PP de Moncho.
PP de la madre. El padre, detrás, ligeramente desenfocado.
PM del alcalde. Iluminació intensa por la ventana de la izquierda de la pantalla.
PP del cacique, con la cabeza ladeada.
PM del cura y el teniente –o brigada- de la guardia civil. Se miran, interrogándose en silencio.
PG de la mesa de autoridades. Discurso del alcalde.
PM del alcalde, alcalde que  agradece al maestro su labor. Ligero movimiento de cámara acompañando al maestro cuando se levanta.
PP de Moncho.
PP de la madre, con el padre detrás.
PM del maestro iniciando su discurso “En la primavera…” Larga duración.
PP de Moncho
PP del maestro. Continúa su discurso. Larga duración. “… El lobo nunca dormirá…”.
PM del cacique
PP del maestro. Momento álgido del discurso. Exaltación de la Libertad. Larga duración.
(A partir de aquí los planos se suceden a un ritmo acelerado)
PM del cacique “¡Nos vamos!”
PP del padre y la madre. Inversión del ángulo.
PP Moncho, de espaldas.
PG del fondo de la sala. El cacique se desplaza hacia la salida.
PP de Moncho, de espaldas.
PG del fondo de la sala. El cacique se desplaza hacia la salida.
PP del maestro, en silencio.
PG de la salida. El cacique sale, dando un portazo.
(Se recupera el ritmo pausado)
PP del maestro. Continúa su discurso.
PG de la mesa de autoridades. Aplausos de la audiencia. El cura y el guardia civil, no.
PP de Moncho.
PP del maestro. Finaliza su discurso. “…¡A volar!”
PG de la sala. Ruido de aplausos y alborozo de los muchachos.
PP de Moncho.
PP del maestro.
PP de Moncho.